Por: HERNANDO URRUTIA – Director de Programación Vientos Stereo.
“Si usted recibió un tamal ya no tiene derecho a reclamar” dice Navas Talero el representante a la cámara y hasta tiene razón, a partir de la recibida de un inocente tamal o la lechona o lo que es más perverso la platica en rama por su voto, usted pasa a ser parte del poder, pero no va a gobernar sino a soportar las decisiones que su donante tamalero va a ejecutar en los cuerpos colegiados o en el ejecutivo. ¿en serio usted todavía cree que está exento de las diabluras contra el pueblo que llegan a cometer los mandatarios?
No se ha puesto a pensar que las decisiones gubernamentales están avaladas por una suculenta lechona?
¡¡¡¡A pero si yo no la recibo otro si se la come y no pasa nada!!!
Cuanto se desgañitaron por el doctor Peñalosa, incluyendo vendedores informales, pensando en que no pasaba nada??
Pero pasó algo, cuando estábamos entusiasmados con la democracia
Llegó alguien que venía no propiamente a salvar a los vendedores informales y a los ciudadanos bogotanos sino a hacer negocios con la ciudad a costa de la naturaleza, las vías y el transporte y por lo tanto los arrepentidos, así gritaran después para esa etapa ya no había tamal.
Claro, hablamos del tamal como símbolo pero hay muchos equivalentes, lo cierto es que debemos saber que una arremetida como hemos visto del ESMAD empieza cuando se recibe un tamal en nuestro barrio, primera escala del corrupsel de la contratación
Foto: Facebook de Hernando Urrutia
Ilustración: Hernán Riaño