¿La Paz: Una ilusión o un motivo de discordia?
El comienzo de este último eslabón que conllevará con el respaldo de los colombianos a tener un respiro de Paz, esquivo durante más de 50 años, ha llevado también a configurarse en este país una especie de filosofía en contra de este sentir.
Pues, mientras en una orilla, se anima al respaldo hacia una fulgurante y esperanzadora Paz, en la otra con radical avanzada y gran despliegue informático, se propaga la iniciativa en su contra.
Y es que personas que vivieron el horror del secuestro como Alan Jara, hoy Director de la Unidad de Victimas y la ex candidata presidencial Ingrit Betancourt, entre otros, están involucrados de tal manera en la defensa por el termino del conflicto al punto de realizar Foros y Charlas a lo largo y ancho del país. Y eso tiene según los mismos actores una explicación, no quieren que nuestras futuras generaciones sufran lo que ellos y muchos, miles de colombianos sufrieron, una atroz guerra que no hace más que aniquilar de lado y lado a colombianos.
La ex candidata presidencial en entrevista para un noticiero de televisión expresó, “hay que tragarnos un sapo, los más intransigentes son los que no han tenido contacto con la guerra”; y analizando las palabras, es muy fácil ir en contra de una negociación para terminar un conflicto desde la comodidad de sus oficinas, desde el confort de sus haciendas, aun mas cuando se sabe que sus hijos y sus nietos no tendrán nunca que ir al frente de batalla.
Pero esto no se queda ahí, pastores de iglesias cristianas dejando de lado su misión evangelistica, han tomado su posición política frente al proceso instando desde sus tarimas al NO, y es de pensar, acaso Jesucristo no vino al mundo en misión de Paz y reconciliación entre los seres humanos.
En estos días un joven confrontó al ex presidente Uribe en Buenaventura, y luego en varios noticieros radiales entrevistaron al ex mandatario preguntándole por la inquietud de aquel joven, cuando le expresaba al hoy senador «Yo puedo defender el Sí pero no puedo hacerlo motivando el odio, o motivando a otros hacia el odio para que puedan votar por el No, esa me parece que es una opción poco profesional y no es válida»,…”Los hijos de los ricos, no van a la guerra, a la guerra vamos nosotros, los pobres, yo he sido víctima directa de la guerra, del conflicto armado, pero a pesar de eso, si yo tengo que darle la mano a los victimarios estoy dispuesto a hacerlo porque creo en el perdón». Sin embargo nos quedamos esperando una respuesta coherente a tal exposición.
Hoy solo nos basta con encender un radio, un televisor o navegar en las redes sociales para entender las posiciones de los colombianos, y las de los mismos medios en esta guerra de conductismo mediático, una batalla donde utilizando argumentos validos o no, está enfocada a direccionar y quizá fomentar en los colombianos una división ideológica, enfrentando familias, compañeros y amigos en una discusión que solo favorece a sus agitadores.
Por: Jorge Raúl Solano Comunicador Social
Foto: arcoiris.com.co
Foto: Jorge Solano
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