La Feria de las Empresas del Estado

Por: Jorge Raul Solano Morales – Periodista – Comunicador Social

La enajenación de los bienes púbicos en este país es casi que una norma para los mandatarios.

Esta práctica desleal para con el pueblo se ha hecho carrera, al punto que hoy el Estado no cuenta con empresas, todas o mejor la mayoría han sido donadas al mejor postor, tan solo por obtener algunos recursos que le ayuden al mandatario de turno lograr su visión y así mismo de pronto pagar algún favor, eso podemos decir de muchas industrias y fabricas que aportaban de manera constante y eficiente recursos para la educación y la salud en los departamentos, como las telecomunicaciones y las licoreras, algunas de ellas cerradas a capricho del mandatario de turno.

Hoy lamentablemente la práctica sigue, y vemos de qué forma, respaldados por personajes que ocupan un lugar privilegiado en la composición legislativa de los entes territoriales, concejos y asambleas, lugar a los cuales llegan paradójicamente aprovechando el respaldo de un pueblo cansado de tanta infamia y mentira.

En estos momentos se discute en el concejo de Bogotá la enajenación del 20 por ciento de las acciones de la Empresa de Energía, para con estos recursos según el alcalde Peñalosa ejecutar la trasformación de la movilidad en Bogotá, así: la ALO, la calle 13 y la 63 y el nuevo sistema de trolleys y buses electrónicos que conectaría Soacha y el norte de Bogotá.

Según las cuentas del burgomaestre capitalino, el Distrito conservaría acciones con el 56% con lo cual seguiría controlando la empresa como su principal accionista. Y la democratización como la llaman hoy sigue; ha señalado el alcalde que Bogotá necesita 30 colegios, 4 hospitales, vías, un numero de cámaras de seguridad y vigilancia, además de centros de atención a la población infantil, con lo cual radica un proyecto en el concejo en el cual pide autorización para enajenar acciones de la ETB, Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá.

En unas de sus entrevistas a medios, el primer mandatario de los bogotanos enfatizó que había encontrado una administración con desgreño y despilfarro, sin recursos, y pues para recuperar esta ciudad con tan alto índice de desgobierno y mala administración y construir la ciudad que los bogotanos se merecen se deben conseguir recursos, cerrando con esta frase: “No haremos nada que no esté basado en fundamentos técnicos y en la mayor transparencia, y no dejaremos de trabajar por la visión que les prometimos a los bogotanos”.

Uno de los argumentos que se tienen con estas empresas del sector público para sustentar su enajenación es que no cumplen con la función pública que les dio su origen, y que por ejemplo la empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, ya no es monopolio estatal del cual depende la comunicación de los habitantes de la capital y que por el contrario, la empresa ha venido perdiendo clientes y existe una intensa competencia del sector privado; sin embargo he escuchado que en los últimos años esta empresa fue robustecida, según Saúl Kattan Cohen, economista con estudios en dirección y finanzas, experto en crisis empresarial, en reportaje concedido a Claudia Cristina Garces, de la Revista Dinero, expreso que hoy esta empresa superó los tiempos de ritmo decreciente que la amenazaba con desaparecer, y que ahora llama la atención porque en menos de tres años ha logrado cotizarse dos veces más del precio que se pedía por ella en el 2011, cuando se tasó en US$ 750 millones.

Kattan expreso a esta revista, que el cambio de imagen inicia en el 2012, remodelando todas las instalaciones y sedes, capacitando todo el personal en nuevas tecnologías; luego no se comprende, por qué hoy se dice que en la última década la empresa viene perdiendo valor y las recientes inversiones no han logrado reversar esa caída. Y que por estas razones, se ha decidido presentar al Concejo una solitud para enajenar parte o la totalidad de la participación del Distrito Capital en ETB, para así salvar el patrimonio que aún le queda a los capitalinos.

Quiere decir esto que Kattan le estaba mintiendo a la ciudad al aseverar que la ETB había salido de aquella amenaza, ¿Quién dice la verdad?, es una pregunta que no solo se debían hacer por estos medios, sino que debería y con todo el derecho que tienen los cabildantes de la ciudad, hacerse e investigar de manera expedita antes de tomar cualquier decisión, con respecto a la ETB, la EEB y cualquier asomo de enajenación que se vislumbre en el futuro inmediato.

No es raro, ni mucho menos asombroso que hoy se llame para la instalación de una línea telefónica de ETB, y la respuesta sea que en este momento no hay redes disponibles, o que por ejemplo el Internet se esté cayendo; dando señales que algo está pasando con el servicio, o con la misma empresa. Pese a esto, vemos que se está comercializando una tarjeta Simcard ETB con un sinnúmero de servicios en plan, luego no entiendo.

Estas señales son claras, y síntomas además de una manera muy sutil pero eficaz de llevar a una empresa al colapso, y en eso también debe tener alguna responsabilidad sus trabajadores, su sindicato que también debería de pronunciarse de manera rotunda frente a los hechos.