Al menos 500 maestros marcharon este martes en Bogotá, reclamando el desmonte del modelo de colegios en concesión, bajo el cual operan 22 instituciones educativas de la ciudad, número al que –según esbozó en su recién presentado proyecto de Plan de Desarrollo– su sumarían otros 15 nuevos planteles que se construirían bajo ese esquema.
Las manifestaciones iniciaron en la Avenida 68 #68-48, a la altura del Compensar, para posteriormente tomar el oriente por la 26, con destino a la Secretaría de Educación (Av. El Dorado No 66-63), donde adelantarán un plantón para manifestarse contra la propuesta del Distrito.
Según la Secretaría de Movilidad, “por la calle 26 entre la carrera 68 y carrera 50 a la altura de la Secretaria Distrital de Educación en sentido occidente – oriente, se reporta la ocupación de un carril por parte de unas 500 personas”.
Con las protestas se reactiva el debate sobre el modelo de colegios en concesión, implementado desde la primera administración Peñalosa(1998-2000). En el proyecto del Plan de Desarrollo, el gobierno plantea la necesidad de construir 15 más que funcionen bajo este esquema, y así llegar a 37, con el fin de garantizarle acceso y permanencia a la educación a población vulnerable.
La construcción y dotación de un colegio de estas características está a cargo de la Alcaldía, pero la prestación del servicio queda a cargo de un privado después de un proceso de licitación pública. Los contratos entre la administración distrital y los particulares que se hicieron cargo desde el primer gobierno de Peñalosa se hicieron con vigencia hasta 2014, y eso implicó la aprobación, en su momento, de presupuesto de vigencias futuras que garantizara la continuación del modelo un año tras otro. La cobertura es de 34.000 cupos.
Es lo mismo que ahora se pretende, y por eso el Distrito presentará unproyecto de acuerdo solicitándole al Concejo autorización para comprometer nuevas vigencias futuras que permitan sostener las concesiones ya existentes y las nuevas.
Las razones para extender el modelo, de acuerdo con la Secretaría de Educación, es que los 22 establecimientos que hoy funcionan bajo ese esquema presentan indicadores positivos de calidad, generalmente por encima del promedio. 15 colegios más de este tipo, considera el Distrito, permitirán consolidar la jornada única en la ciudad.
El sindicato se opone, de entrada, por considerar que es una forma de privatizar la educación. Además, argumenta que en los colegios en concesión se niega la libertad de cátedra, “se suprime la existencia del magisterio estatal”, hay un alto número de estudiantes por aula y sobrecarga laboral para los docentes, a quienes no les pagan de acuerdo con los decretos que emite el Gobierno Nacional y, por ende, les cuestan menos a los particulares encargados de la administración. La propuesta no es otra que suprimir el modelo e integrar a los profesores que allí trabajan a la planta estatal.
