La secretaria de salud lanzó una campaña para que los usuarios hagan un mejor uso de la línea 123, la línea de emergencias. Sobre todo en el tema de las emergencias por problemas médicos. Dice la entidad que según cifras del centro regulador de urgencias, la línea de atención 123 recibe anualmente cerca de 50 mil llamadas que resultan ser bromas, falsas alertas o que no tienen relación con los servicios de salud. Las denomina como llamadas inoficiosas y nos habla de una cifra: estos falsos reportes –según la secretaria de salud- le cuestan al distrito 2 mil millones de pesos. Esta cantidad de recursos se pierden debido a estas llamadas. Se estima además que de las 800 mil llamadas que recibe anualmente el centro operativo de dirección de urgencias y emergencias, menos del 3% son verdaderas emergencias.
Lo que tiene que ver con el servicio de ambulancias, la secretaria de salud dice que son las EPS las obligadas a prestar la atención. Ya que al distrito solo le compete atender emergencias que ocurran en calles o espacios públicos y no aquellas situaciones que se presentan en sitios privados. Así lo dijo el secretario de salud del distrito, Luis Gonzalo Morales:
“Recibimos 800 mil llamadas al año y es prácticamente imposible que yo despache una ambulancia para cada una de estas llamadas. Estos son hechos desafortunados digamoslo así, los cuales es imposible que la persona que está al otro lado de la línea sin evaluar el paciente, sin tener unas condiciones mucho más precisas de lo que está sucediendo pueda decidir o no si se envía una ambulancias. Las ambulancias es para priorizar lo que son verdaderas emergencias y que se considera que son verdaderas. Cuando llaman y dicen me siento mal y tengo vómito, eso no es el principio. Esos son los elementos de juicio que tiene el médico al otro lado eso no es… Si yo fuera a mandar una ambulancia por cada persona que dice que se siente mal y tiene vómito, imagínese”.
Al respecto de esta opinión, y de esta noticia, hace poco se conoció la noticia de una mujer de 53 años que según sus familiares falleció el pasado 28 de abril, esperando casi una hora que llegara la ambulancia. Cuando esta llegó, ya no se necesitaba. A la señora la habían llevado en otro vehículo particular y falleció horas después en un centro asistencial. Este caso se conoció por medio del diario El Espectador y también el canal Caracol. La señora se llamaba Gladys Lemus.
