¿Por quién votamos-botamos?

Por Hernando Urrutia Vásquez.

Estamos en plena campaña electoral y las redes están inundadas de mensajes. Mientras unos son constructivos, pedagógicos, otros están cargados de terquedad y ceguedad. A mí me gustan las campañas porque uno aprende una serie de cosas que seguramente no había sido consciente sobre todo acerca del país. Es la ocasión para elaborar discursos que lleven a la gente a reflexionar sobre cómo construir esta descuadernada nación, es el momento de escuchar y aportar porque la decisión es crucial. Hace años venimos quejándonos y arrepintiéndonos de haber elegido mal, y haciendo propósitos para no volver a fallar. Podríamos pasar por alto e ignorar los errores si no fuera por la sangre que ha corrido, por las víctimas amontonadas en la historia, pero no podemos pensar que el día de las votaciones, es el día de ir a comer paletas y chupar helados. No. Es la culminación de un proceso de meditación, de reflexión, de debates, controversias, de acción, porque le estamos entregando nuestras vidas a quienes decidieron asumir nuestros destinos.

Por eso todo el camino para llegar allá está plagado de momentos, de reacciones que van a ser definitivas en la medida en la que nos equivoquemos o acertemos. No podemos ser seres sicópatas con grandes grados de obsesiones que repitamos robóticamente lo que otros nos dicen que repitamos, dejando a un lado la capacidad pensante alimentada por insumos históricos mediatos e inmediatos.

Nos han negado estudiar la historia y nos han camuflado las barbaridades contemporáneas que nos las refriegan en las propias narices como actos normales. y cada que aparece un liderazgo es eliminado para que esa rebeldía sea borrada en la opinión hasta desaparecer y nos dan la gabela de la nostalgia, así sucedió con Uribe Uribe, movimientos como el Gaitanismo el Anapismo, incluso el MRL fueron siendo transformados en un recuerdo, porque la historia nos lo ha comprobado: después del auge hay que desmontar la esencia y vulgarizar los objetivos

Hemos sido muy espontáneos para elegir y por eso nos han gobernado desde personajes con Alzheimer, hasta los que resuelven las circunstancias a los coscorrones y las cachetadas pasando por los que cargan en su conciencia miles de desaparecidos, que no les importa utilizar métodos que están prohibidos, para gobernar.

Por eso en estas elecciones recomiendo votar por quien nos dé garantías reales de la práctica democrática, sin acudir a prácticas dictatoriales, que tenga un programa claro sobre lo que hay que hacer en el campo y que se rodee de personalidades, que ayuden a jalonar la reforma agraria que lleva tantos años aplazada, y reconstruya  el camino de la paz que este gobierno no hizo.

¡¡¡Lo dejo ahí, muchas gracias!!!

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