
Aduciendo que ha recibido amenazas e intimidaciones, este viernes renunció a la defensa de Freddy Armando Valencia, conocido como el ‘Asesino de Monserrate’, el abogado Romer Salazar.
Según argumentó Salazar en una carta al despacho del juzgado que lleva el proceso, su renuncia responde a reiteradas amenazas que incluso, también se estarían extendiendo a Valencia en la cárcel La Picota. Por ello, este último habría pedido cambio de patio o de centro carcelario, de acuerdo con información obtenida por la emisora Caracol Radio.
Por estos hechos, este viernes tuvo que ser aplazada la audiencia de acusación de cargos contra el ‘Asesino de Monserrate’ por la muerte de ocho mujeres. Paralelo a las denuncias de amenazas, familiares de las víctimas de Freddy Valencia se declararon preocupadas por el riesgo de que se siga dilatando el proceso ante los constantes aplazamientos.
Ya en abril pasado, el juez 53 de conocimiento de Bogotá condenó a nueve años y cinco meses de prisión al ‘Asesino de Monserrate’ por su responsabilidad en el crimen de María del Pilar Rincón Muñoz en hechos registrados en noviembre de 2014 en el centro de la capital de la República. Ahora, se trata de establecer su participación en el crimen de al menos 11 mujeres, cuyos cuerpos fueron hallados en inmediaciones de su cambuche en el sector de Monserrate.
El funcionario judicial tuvo en cuenta el hecho que el procesado reconoció en la audiencia de imputación de cargos aceptó su participación en el delito de homicidio agravado. El hombre, quien se dedicaba al reciclaje, la llevó a su cambuche para ofrecerle ropa limpia y sustancias psicoactivas.
Sin embargo, cuando ella se negó a sostener relaciones sexuales con él fue atacada. Posteriormente la asfixió y botó su cuerpo a un basurero. El fuerte olor fue reportado por los vecinos del sector a la Policía del barrio La Candelaria, quienes adelantaron un operativo en la zona donde encontraron el cadáver.
Los uniformados interrogaron a Valencia quien les manifestó que en el lugar estaban enterrados los cuerpos de otras mujeres a las que había asesinado por haberse negado a “sus pretensiones sexuales”. Los agentes adelantaron el levantamiento de los otros despojos humanos detallados por el procesado.
Pese a la aceptación de cargos, el juez de conocimiento manifestó que al momento de los hechos el procesado tenía claro conocimiento de la gravedad de su conducta. “El acusado actuó de forma dolosa al haber obrado con conocimiento del hecho punible, sin que se evidencie a su favor algunas de las causales de ausencia de responsabilidad”.
Según las pruebas recolectadas y los documentos obtenidos en ningún momento el acusado presentó una incapacidad psicológica o trastorno que le impidiera comprender la ilicitud de sus actos. Se constató que de manera voluntaria el procesado aceptó su responsabilidad penal en la audiencia celebrada en noviembre pasado.