Las perlas ambientales del Plan de ordenamiento zonal del norte de Peñalosa

El día de su posesión Enrique Peñalosa anunció su propósito de urbanizar 5.000 hectáreas en la zona norte, incluida la Reserva Thomas van der Hammen, a la que ha calificado reiteradamente como un potrero. Llevar a la práctica ese objetivo no le ha resultado tan sencillo. Debe presentar estudios sólidos técnica y científicamente para que el Consejo Directivo de la CAR eche atrás una Reserva Forestal, decisión que debe avalar el Ministerio de Ambiente, entidad que ordenó crearla en el año 2000.

Luego tiene que tramitar la modificación del plan de ordenamiento territorial (POT) para volver la Reserva suelo de expansión urbana. El Secretario de Planeación ha dicho que en el segundo semestre de 2017 se presentará el proyecto de POT al Concejo.

Entre tanto, iniciaron el trámite de modificación del Plan de Ordenamiento Zonal (POZ) del Norte, que ahora es llamado Lagos de Torca, y que aplica a 1.800 hectáreas de suelo de expansión urbana o suelo urbano, la mayoría aún sin construir, donde planean edificar más de 110.000 viviendas, combinadas con usos comerciales y de oficinas. Hay que advertir que ya existe un POZ Norte que fue aprobado en el gobierno de Samuel Moreno mediante el decreto No. 43 de 2010, que no fue implementado, en especial porque esa zona requiere obras de alcantarillado que no estaban en la estructura tarifaria de la Empresa de Acueducto, y obras viales muy importantes y desde años atrás se ha pensado que deben asumirlas por los propietarios de suelo. Los instrumentos para financiar las obras que tenía el Plan de Samuel fueron derogados o suspendidos en el gobierno de Petro, por problemas de diseño técnico o incumplimiento de normas legales.

Otra de los vacíos que enfrentaba el Plan Zonal del Norte de Samuel Moreno era que no cumplía los determinantes de superior jerarquía establecidos en las resoluciones del Ministerio de Ambiente respecto a la concertación ambiental del año 2000, que siguen vigentes, problema que también presenta el actual proyecto.

Las perlas ambientales del proyecto de Plan de Plan de Ordenamiento Zonal del Norte son:

1. En el texto del decreto se incluye como suelo urbano una porción de los Cerros Orientales, a pesar de que tanto la Reserva Forestal como la Franja de adecuación son suelo rural, que solo podrá ser cambiado en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). (ver página 40 del proyecto de Decreto).

El proyecto de POZ Norte incumple varias decisiones de las Resoluciones 475 y 621 de 2000 del Ministerio de Ambiente, que fueron ratificadas por el Consejo de Estado. La principal: rompe la conectividad de la Reserva van der Hammen entre los Cerros y el Río Bogotá

2. Pasan por alto de varias decisiones de las Resoluciones 475 y 621 de 2000 del Ministerio de Ambiente, adoptadas dentro de la concertación ambiental del POT en el año 2000, ratificadas por el Consejo de Estado. Estas son las más importantes:

1) Se rompe la conectividad entre Cerros y río Bogotá, que es una de las principales funciones de la Reserva Thomas van der Hammen, en el área del corredor de la autopista que había sido calificada como urbana desde 1997, sobre la que el Ministerio estableció que de todas maneras sería suelo de protección.

Peñalosa ha dicho que esa Reserva no sirve porque esa porción, que se conoce coloquialmente como “el tapón”, interrumpe la conectividad, desconociendo que justamente la Alcaldía está obligada a mantenerla, porque la CAR no podía hacerlo por falta de competencia.

Esto dice la resolución 475 de 2000: “ARTICULO SEPTIMO.- En relación con las áreas urbanas “Corredor Autopista Norte” y “Sector San Simón”, el Ministerio del Medio Ambiente dispone que se mantenga la categoría de uso y manejo vigente para la misma, garantizándose en todo caso la función ecológica de la propiedad, de modo que se de prioridad a la preservación y conectividad de los sistemas hídricos y corredores biológicos. En el área del corredor de la Autopista norte coincidente con la franja de conexión ambiental ( AP- 2 o Reserva Forestal) se deberá propiciar la conformación de áreas verdes y la preservación de la conectividad de las Reservas Forestales del Norte y de los Cerros Orientales”.

2) No incluye en su totalidad otra área protegida ordenada por el Ministerio, “los elementos del sistema hídrico (AP-1) conectantes con la Reserva Forestal Regional del Norte”.
3) Está en duda un traslape entre el área urbana al oriente y la Reserva Thomas van der Hammen

3. Cambia la calificación de todas las zonas de amenaza alta de inundación de no mitigable a mitigable (lo mismo que han pretendido hacer en el Plan Parcial Campo Verde), desconociendo la prevención y cautela a la que obligan tiempos de cambio climático.

Cambiaría la calificación de todas las zonas de amenaza alta de inundación de no mitigable a mitigable (lo mismo que han pretendido hacer en el Plan Parcial Campo Verde), desconociendo la prevención y cautela a la que obligan tiempos de cambio climático

4. Echan atrás la ampliación de las áreas de protección de humedales que había propuesto la anterior administración en la modificación del POT. De hecho, ya derogaron unas medidas cautelares que había establecido la Secretaría de Ambiente en 2015 (Resolución No. 819) para proteger esas zonas y las de riesgo de inundación, mientras se levantaba la suspensión provisional impuesta por el Consejo de Estado o se aprobaba un nuevo POT.

Los planos muestran el área rural y ambiental y el área urbana o de expansión del Norte

Las perlas ambientales en imágenes

PERLA 1 – Se incluye la Reserva Forestal de los Cerros Orientales como suelo urbano y brilla por su ausencia la Van der Hammen

PERLA 2 Se romperá la conectividad entre Cerros Orientales y Río Bogotá en el Corredor de la Autopista y se reducen las áreas de protección del sistema hídrico establecidas por el Ministerio de Ambiente