¿Justicia Especial de Paz?

Que se estaban dando la gran vida los negociadores en la Habana, que el silencio sobre lo que se iba acordando era sospechoso, que se estaba fraguando una entrega de Colombia a la tiranía cubana y a las FARC, que no se necesitaba hacer la paz sino acabar con los facinerosos y otras tantas opiniones en el escenario en donde después se supo se jugaba el destino del país cuando se fueron divulgando los puntos discutidos por los negociadores.

Las cifras arrojaban millones de desplazados y cientos de muertos en una época que se empezó a parecer a la época de la llamada violencia, máxime cuando el fenómeno de despojo de tierras y desplazamiento en los cuarentas y cincuentas era muy parecido y arrojó igualmente muchas víctimas que después quedaron en la impunidad y su reparación fue nula.

Pero esta vez no es lo mismo -decía yo- ahora con la implementación de la justicia transicional y la conformación de la justicia especial de paz, las victimas podrán ser reparadas, pero faltaba un pedacito en el ponqué: la aprobación del Congreso de la República de estos mecanismos que hacían justicia a poblaciones desplazadas (ocho millones y medio) y los muertos (mas de trescientos mil) víctimas de la ambición y la insensibilidad social, su hermana gemela, que amaban su tierra y les endosaron una guerra que convirtió a Colombia en una gran fosa histórica  con cadáveres que son exhumados para volverlos a matar a lo largo del tiempo.

Faltaba solo una cosa para calcarse una época a la otra: que se le negara a las victimas el derecho a  participar activamente en su defensa y ese parecido se dio cuando el congreso inhabilitó prácticamente la JEP y negó a las victimas  la posibilidad de nombrar sus representantes quienes seguramente podrían alegar más consolidadamente la reparación a los daños que ocasionó

A lo largo de la geografía nacional el despojo de tierras de todos los grupos armados.

Con una ley mutilada y en condiciones de discapacidad los autores intelectuales de estas masacres y que ya han sido incluso denunciados tendrán la posibilidad de no presentarse ante la justicia así estén denunciados y en ese caso ya completamos la similitud de las violencias sobretodo la recientemente de los cuarentas y cincuentas. Quedan excluidos los defensores de derechos humanos, los campesinos de las zonas que han sufrido en carne propia la violencia, que deja en manos de la politiquería de siempre a las poblaciones que van a tener que votar por los caciques de siempre, silenciar a las víctimas es revictimizarlas, impedirles defenderse del dolor, seguir delegando la dignidad, impedir  contar la historia desde los vencidos por la violencia, defenderse con sus propias manos, seguir en las manos de liderazgos perniciosos y lesivos, permitir el contubernio de las empresas transnacionales interesadas en invertir sin obstáculos.

Escrito por: Hernando Urrutia

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