Por: HERNANDO URRUTIA Director de Programación Vientos Stereo
La felicidad se mide en los rostros de los desplazados, en los niños maltratados y en la orfandad, en las viudas y los viudos, en la expresión de los cadáveres.
¿De qué se ríe señor presidente? Escribió alguien en el pasado a quien poco después le fue eliminada su sonrisa y triunfó la carcajada cínica.
A todos se nos ordena reír en estos eternos funerales, como cirugía estética que disimule la deformación social.
Este país sufre de lepra social afirmó la poeta que decidió demostrar que ella si sentía dolor y lo calmaba liberando su espíritu.
Somos felices porque: en las fotos, quienes hacen las masacres se divierten.
Porque la impunidad es una niña que juega balón con la honra.
Porque la justicia es la que está condenada al olvido.
Porque nos alegra que este país esté en estado de coima.
Porque hemos aceptado la motosierra aceitada por las lágrimas, como símbolo patrio,
Porque la bandera es un manto de colores que tapa y cubre la vergüenza.
Y porque el año será nuevo pero el sufrimiento sabe a siglos.
Por lo tanto, haciendo eco de un poeta : una meta de la felicidad sería si alcanzáramos siquiera los tres golpes diarios y las noticias sean de que no nos comimos sino que nos leímos los periódicos.
Fotos: Hernán Riaño