Una vendedora ambulante “le cantó la tabla” al alcalde Peñalosa y posteriormente fue contactada para dirigirse al despacho del alcalde. Allí, con un fraternal abrazo, sellaron sus diferencias ante los medios de comunicación. A partir de ese entonces este hecho se volvió un problema para la señora Ana Isabel Hernández, la vendedora, que fue convencida por los asesores del alcalde para que se dieran el abrazo con él, que ella califica como el Abrazo de la Serpiente, que volvió su vida un viacrucis.
La señora afirma que ese día tuvo que dormir en la calle porque en la pensión donde habitaba la echaron mientras le gritaban: “Peñalosista”, “Doble” y que le pidiera posada al alcalde, además de insultos. Hoy sus amigos vendedores la califican de “traidora”. Esto es una crónica que aparece hoy en el diario El Espectador y allí habló esta vendedora informal.
Fotografía: bogota.gov.co