Actividades como la quema de llantas, el consumo de drogas e incluso la utilización del espacio público como baño por parte de habitantes de la calle son algunas de las problemáticas con las que deben lidiar ciudadanos que diariamente frecuentan portales y estaciones de TransMilenio ubicadas en sectores como la carrera 30, la calle 26 y la calle 80 en Bogotá.
Estos hechos fueron advertidos por la concejal Lucía Bastidas, quien aseguró que los habitantes de la calle se tomaron túneles, puentes e intercambiadores ubicados en los corredores de TransMilenio no solo para refugiarse, sino para establecer zonas estratégicas destinadas a pedir limosna e incluso, intimidar a peatones y residentes.
“El problema, según las denuncias que hemos recibido de los vecinos, es que los habitantes de calle que se han tomado estos espacios públicos,no solo han convertido esos sitios en muladares y baños públicos, sino que intimidan a las personas. Es hediondo el espectáculo de excrementos abandonados debajo de estos puentes o túneles y olor a orines”, aseguró la cabildante.
De acuerdo con la concejal –quien realizó un recorrido a lo largo del sistema– uno de los puntos críticos está ubicado en pleno centro de la ciudad, detrás del Centro Administrativo Distrital (CAD), donde habitantes de calle montaron un cambuche dotado con colchón, cobijas y cartones. Al respecto, agreró Bastidas:
“Esta es una zona de tránsito peatonal que cada día resulta más difícil para las personas que transitan por el lugar. Allí se prenden fogatas y se consumen alucinógenos, según los vecinos. Los peatones en generalcorren riesgo cada vez que pasan por estos lugares, pero estos sitios son más peligrosos para las mujeres, pues los habitantes de calle aprovechan cuando las ven transitar solas para intimidarlas”.
Otro punto crítico, según la cabildante, es la calle 26 con carrera 10,debajo del puente que reparte los buses de TransMilenio hacia el sur y hacia el norte. «Allí los andenes están tomados por habitantes de calle y son evidentes las huellas de las hogueras que han hecho. También se han convertido en baño público. Este punto es intransitable debido a los olores que expele el lugar y la falta de vigilancia de la Policía”.
Sectores como el túnel de la carrera 10 con sexta, a la altura del barrio san Bernardo –que serviría para el expendio y consumo de drogas– y la calle 80 con 30 –donde se presenta una delicada problemática en manejo de basuras– son otras de las zonas afectadas por la proliferación de habitantes de la calle.
“Todos estos sitios se han vuelto vedados para transeúntes y para las propias autoridades. Sabemos que se han hecho operativos, pero no han sido suficientes porque una vez se van, vuelven a montar los cambuches en las noches. Durante el recorrido se recibieron amenazas con armas blancas y agresiones para abandonar rápidamente estos lugares e impedir que se hicieran fotos y filmaciones”.
La concejal elevó un llamado para que la Administración Distrital incluya estos túneles y puentes entre las ‘zonas calientes’ a intervenir, considerando que se han convertido en muladares y zonas de alta peligrosidad.
