¿Cómo funcionan los comedores comunitarios en la Administración Peñalosa?

Photo Credit To Niños beneficiarios del comedor comunitario del barrio Atenas. Fotografía: Vientos Stereo

Los mayores beneficiarios siguen siendo niños y adultos mayores en situación vulnerable.

Hace un buen tiempo en la localidad de San Cristóbal había 38 comedores comunitarios, hoy existen apenas 10. A lo largo de los últimos seis años han desaparecido la mayoría de ellos. ¿Cómo funcionan actualmente estos proyectos en la Administración Peñalosa?

Fotografía: Vientos Stereo

“Yo vengo con mis nietos y como la mama se separó de mi hijo yo soy la que respondo por estos dos niños” dice doña Magdalena Cruz, una usuaria del comedor comunitario del barrio Atenas que trae todos los días a sus pequeños una vez  salen del colegio.  Como ella hay adultos mayores y gran cantidad de niños que vienen con regularidad a disfrutar de un plato de comida.  

A pesar de que muchos de los programas sociales alrededor de estos espacios han desaparecido se mantienen aun brindando una mano amiga a gente de escasos recursos. “Muchos de los usuarios son adultos mayores que son personas solas, no tienen familiares y sufren de enfermedades crónicas. También es un apoyo para los padres que tienen a sus hijos estudiando en el colegio” dice Lida Amaya, coordinadora del comedor comunitario del barrio Atenas que opera Avesol. Allí se brinda una alimentación balanceada y  todos los días se come algo diferente.

Don Héctor Sanabria, un adulto mayor del barrio que asiste al comedor hace más de un año es uno de los usuarios satisfechos con el servicio: “Tenemos una dieta especificada, tenemos nuestro nutricionista, hay talleres y algo de sicología” nos cuenta.

Los comedores que funcionan actualmente lo hacen con recursos de la Secretaria de Integración Social, pero con un riguroso protocolo de acceso para sus beneficiarios. Según Carlos Macias, subdirector local de la entidad “se hace una visita (a la persona que solicita el servicio) en la cual se verifican sus condiciones de vulnerabilidad, entre ellos que no tengan algún tipo de ingreso”, informa el funcionario.

Los comedores comunitarios no solo giran alrededor de la comida, también se desarrollan talleres de formación en proyectos productivos como chocolatería, panadería, tejidos, utilización de materia reciclado o preparación de alimentos, “alrededor de esto hemos encontrado personas que tienen algunas habilidades y que les hemos facilitado herramientas para que saquen adelante esos pequeños negocios” afirma Carlos Macias sobre estas iniciativas.

Escrito Por Carlos Acero Rincon

Director Vientos Stereo

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