A pesar de que el alcalde Enrique Peñalosa dijo haber encontrado una Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá con múltiples dificultades, sus planes le apuntan a que la entidad haga inversiones cinco veces mayores a las de la pasada administración.
Este jueves, el gerente, Germán Gonzáles, dio a conocer, a grandes rasgos, los proyectos que desarrollarán en los próximos cuatro años, calculados en $3,3 billones. Esto significa unos $825.000 millones anuales.
Entre las principales obras están la estación elevadora de aguas residuales Canoas, al sur de la ciudad, que contribuiría con la descontaminación del río Bogotá.
Para garantizar el suministro de agua, se rehabilitará el tramo tres de la Línea Tibitoc-Casablanca, y la optimización de las plantas Tibitoc y Wiesner.
La legalización de barrios permitirá llevar agua a nuevos sectores, sobre todo en la franja de adecuación de los cerros orientales.
Las cuencas de los ríos Salitre, Fucha y Juan Amarillo tendrán prioridad dentro del plan de descontaminación de canales y quebradas.
Los anuncios no dejan de ser llamativos después de que tanto en campaña como ya posesionado Peñalosa se quejó por la situación en la que había recibido la empresa. Sobre todo, porque hoy carga con la prestación del servicio de aseo en el 52% de la ciudad, decisión que tomó la administración Petro.
Evamaría Uribe, la gerenta que nombró el alcalde en enero y a quien le pidió la renuncia cuando apenas llevaba tres meses y 20 días, salió diciendo que a pesar de que la entidad recibe $2 billones anuales en ingresos, “cerca de $1,5 billones se van en gastos operativos”, lo que dejaba pocos recursos libres para inversión.
Gonzáles, el actual gerente, responde ahora que no descartan, en algún momento, apelar a un préstamo para poder cumplir con lo prometido. Sin embargo, aclara que por lo menos $2,1 billones los recogerán vía tarifa.
