Según el DPN: Los colombianos somos muy felices

A la luz de la verdad, la medición realizada y estruendosamente difundida hace algunos días por el director del Departamento de Planeación Nacional Simón Gaviria, parece un libreto hecho por los mejores humoristas de Sábados Felices.

Y es que para decir que los colombianos más pobres, desamparados y sin empleo son los más infelices de este país, no se necesitaba un largo estudio ni una metodología tan técnicamente estructurada, aunada a ello, tampoco se necesita tener un coeficiente muy alto para deducir que este segmento de la población colombiana se encuentra en los estratos, uno, dos y tres, sin mencionar el cero y el menos cero, y que su índice más alto está ubicado en departamentos de la Guajira, Choco, Guaviare, Vichada y Guainía, sin mencionar los cordones de miseria y pobreza absoluta que se pueden encontrar en las periferias de las grandes ciudades. Esta definición de manera gratuita la había hecho ya nuestro campeón mundial de boxeo Antonio Cervantes, Pambele, cuando mencionó esta memorable frase: Es mejor ser rico, que pobre, frase que hoy toma una gran vigencia, a la luz de tan sonado diagnostico.

Según la información emanada de la misma página del DNP, este estudio tan “sofisticado” fue elaborado como práctica siguiendo las instrucciones de la OCDE, que es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, organismo de cooperación internacional, compuesto por 35 estados, cuyo objetivo es coordinar las políticas económicas y sociales de sus países miembros; estudio que es absolutamente motivado puesto que países como, Dinamarca, Reino Unido y Francia, miembros de esta organización lo han realizado, y Colombia “para estar a su altura”, claro no iba a ser la excepción.

Los hombres son más felices que las mujeres, dice el señor Gaviria al mencionar los detalles de este diagnostico, datos provenientes a propósito de unas encuestas realizadas en las áreas metropolitanas de ciudades como Barranquilla, Cali, Medellín y Bogotá, en las cuales se tomaron muestras aleatorias a 9.710 personas y que arrojan cosas que nunca hubiésemos sabido si no fuese por este estudio, como por ejemplo, que los hombres de los estratos 5 y 6 son menos satisfechos que los del 1; ¿Por qué será? Seguramente porque los del estrato 1 son felices cuando consiguen algo para comer, o para alimentar a sus familias, puede ser.

Habla el estudio que las mujeres tienen un nivel de preocupación y depresión mayor que los hombres, pues si colocamos un poco el retrovisor mas el sentido común, en nuestro país sucede algo de naturaleza inversa, aquí los padres entierran a sus hijos, y las mujeres a sus esposos, con este panorama desolador lógicamente que las mujeres en Colombia por obligación se han convertido en las guerreras que luchan de sol a sol para sacar adelante sus hijos, en un país sin oportunidades, ¿será en este sentido el nivel de depresión y preocupación?. También dice el sondeo de opinión sobre la felicidad y satisfacción de los colombianos, que estos niveles van disminuyendo a medida que va avanzando la edad de las personas, y será lógico, cuando una persona que pasa los 40 años ya no es considerada como productiva, relegándola al cuarto de San Alejo, ¿Quién sabe?

Así podemos tomar uno a uno los conceptos emanados por ítem de consulta y analizarlo a la luz de la realidad del país y seguramente encontraremos su causa; eso sí, sin visualizar ni acaso contemplar la función y justificación de este gran estudio, a no ser, que se esté con ello midiendo el índice de ingreso de algunos estratos sociales para formalizar de manera oficial la estocada final, meterle la mano al bolsillo de los colombianos con la gran Reforma Tributaria que se ve venir con miras a financiar el Posconflicto.

A propósito de financiación muchos países han dispuesto su interés en aportar no solo sus buenos oficios, sino también recursos destinados a esta etapa, también lo ha dicho la fórmula presidencial de Hillary , Tim Kaine, quien ha manifestado que su gobierno si llegase a ganar, destinará no solo el apoyo logístico y moral al posconflicto, sino también ayuda financiera; pero pese a todos estos anuncios, el señor Gaviria al frente del DPN sigue realizando “estudios” costosísimos, alrededor de los 9 mil millones de pesos que costó el que nos compete, para decirnos a los colombianos que somos felices, mientras departamentos como la Guajira y el Choco se estén muriendo los niños de inanición, o comunidades enteras se encuentren sin agua, energía, alimento, y sin trabajo.

 

Por: Jorge Raúl Solano Morales – Comunicador Social

Foto:  Prensa DNP

Foto: Jorge Raul Solano Morales

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