Desalentador balance de la salud en Bogotá

Por: Sergio Maldonado – Periodista Universidad Central

Ante la propuesta que se presentó hace más de un año para impulsar un programa de mejoramiento del sistema de salud de la ciudad, hoy parece que el remedio ha sido peor que la enfermedad.

La propuesta que lideró Luis Gonzalo Morales, Secretario de Salud del Distrito consistió en desarrollar una serie de programas que no sólo mejorarían la atención de los ciudadanos, sino también aliviaría, en un corto plazo, la precaria situación económica y administrativa que padece la salud en la actualidad.

La creación de 40 Puntos de Atención Primaria en Salud (PAPS) o Centros de Atención Prioritaria en Salud (CAPS), la inversión en nuevos espacios que permitan la descongestión que viven los hospitales públicos, y la propuesta de reorganización administrativa de la salud, fueron las propuestas que el Concejo de Bogotá avaló a través del acuerdo 641.

Si bien la Secretaría de Salud del Distrito ha publicado en los últimos días un balance positivo, en cuanto al desarrollo del acuerdo 641, es importante destacar que en la práctica, el programa no evidencia dicho mejoramiento del sistema de salud bogotano.

Según datos recogidos por el equipo de Vientos Stereo, los PAPS y CAPS son el reemplazo de lo que antes conocíamos como Centros de Atención Médica Inmediata (CAMI), con el agregado de que los nuevos centros no prestan las atenciones que los CAMIS ofrecían; la atención pasó de ser de 24 horas a ser de 6 de la mañana a 9 p.m. Los nuevos centros sólo prestan el servicio de urgencias para atender los Triage 4 y 5 (los de menor complejidad) y las especialidades que venían trabajando los CAMI se han reducido considerablemente.  

También es importante señalar que el hacinamiento en los hospitales públicos de la ciudad ha aumentado notoriamente durante el último año. Según el Concejal Manuel Sarmiento, en entrevista con el diario El Espectador, “El hacinamiento promedio en el Hospital de Kennedy pasó del 155 % al 197 %; en Santa Clara, del 99 % al 143 %; en La Victoria, del 57 % al 115 %; en Meissen, del 103 % al 166 %, y en Suba, del 109 % al 137 %”. Formando así un panorama desalentador en la prestación del servicio de salud pública en Bogotá.

Foto: René Castillo

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