Buses deteriorados, dolor de cabeza para conductores y pasajeros del SITP

Photo Credit To bogota.gov.co

Llantas lisas, sillas desarmadas, piezas sueltas y consolas en deterioro son solo algunos de los males con los que a diario deben lidiar los conductores del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) de Bogotá, quienes denuncian las precarias condiciones en las que deben prestar el servicio debido a buses en mal estado.

De acuerdo con el sindicato de conductores del sistema, las irregularidades en los vehículos que les asignan para cumplir con rutas son evidentes y ponen en riesgo no solo su integridad, sino la seguridad de los pasajeros y demás actores de la vía.

“Entre otros, sufrimos con el problema de las cajas de los vehículos y las llantas lisas con las que a diario debemos movilizarnos. Esto coloca en riesgo no solo a los conductores sino a la ciudadanía”, argumenta Wilson Hoyos, presidente del sindicato de conductores del SITP, quien le aseguró a Noticias Caracol que la problemática obedece no solo a buses viejos, sino a falta de mantenimiento.

“A los compañeros de mantenimiento no les dan las herramientas suficientes para hacerles trabajos destinados a la conservación de los vehículos”, agregó. “Ellos (los operadores) no quieren mostrar lo que realmente está pasando, todos los buses están en mal estado y así hoy a las 3:30 de la mañana salió a trabajar la mayoría de la flota, porque o si no, los sancionan o los vetan”.

En junio del año pasado, TransMilenio reveló que diariamente se reportan 194 buses varados, de los 6.290 que funcionan en el Sistema. Esta cifra corresponde al 3% de la flota total.

Se estima que los daños más recurrentes en los vehículos se encuentran en el sistema de suspensión, en los embragues y en el desgaste del motor, los frenos y las cajas.

“Una condición que afecta muchísimo a los carros es el estado de las vías. Adicionalmente, el SITP usa flota usada, vehículos que tienen kilómetros importantes y la congestión es otro factor que afecta el desempeño de los carros”, explicó Johana Camargo, gerente de operaciones del concesionario SUMA, uno de los encargados de manejar parte de la flota.

Al respecto, el concejal Julio César Acosta (Cambio Radical) elevó un llamado para que el servicio se preste cumpliendo todas las condiciones de seguridad y dignidad tanto para conductores como para usuarios.

“Es lamentable el estado en que se encuentran estos buses. Tendremos que citar a un debate para que nos den las explicaciones correspondientes, que los operadores se comprometan a que estos buses –que llevan incluso 10 años en el servicio– sean remplazados. En el Plan de Desarrollo que estamos debatiendo tenemos que vincular que haya dignidad, calidad del servicio y que se revise el estado de los automotores”, dijo el cabildante.

Post source : El Espectador

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